Los nevados de Colombia se están acabando a causa del calentamiento global

Foto: David Osorio / EL TIEMPO
El drama del nevado del Ruiz se agudiza todos los días. Según el Ideam, le quedan menos de 10 kilómetros cuadrados de glaciar (tenía 47 kilómetros cuadrados en 1850) y cerca de 20 años de vida como nevado.
El nevado del Ruiz es el que más nieve ha perdido; el del Tolima es el que menos hielo conserva y el de Santa Isabel es el que se derrite más rápido.
Rozando los 5.100 metros sobre el nivel del mar, donde tomar una profunda bocanada de aire se vuelve una tarea trascendental para evitar un desmayo, Gabriel Echeverry, un guía de montaña con más de 30 años de experiencia, comienza a hablar con un cierto dejo de melancolía."Allí, donde usted ve esa roca gigante, estaban las cuevas de hielo. Por dentro el hielo era azul brillante - dice Gabriel, que camina diez pasos más y vuelve a hablar- . Aquí comenzaba el glaciar principal, que bajaba hasta los 4.800 metros".Hace cerca de 20 años la gente podía encontrarlo sin esfuerzo y al pie de un refugio hoy su búsqueda implica una caminata en ascenso que dura hora y media.Y es que los recorridos que se hacen hoy por el nevado del Ruiz no incluyen muchas descripciones en tiempo presente. "Hasta campeonatos suramericanos de esquí se hicieron en estas laderas", remata Echeverry.El Ruiz conforma, junto al Santa Isabel y el Tolima, el grupo de nevados del país donde más se nota el calentamiento global."En el Ruiz en poco tiempo no volveremos a ver nieve", dice Nelson Cardona, uno de los escaladores que lo ha recorrido de palmo a palmo.Según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), le quedan menos de 10 kilómetros cuadrados de glaciar (tenía 47 kilómetros cuadrados en 1850) y cerca de 20 años de vida como nevado. Su situación se agravó por la erupción de 1985, que provocó la avalancha sobre Armero (Tolima) y que derritió de un tajo 1,7 kilómetros cuadrados de hielo. "De 17 kilómetros que tenía en 1987 y 15 en 1990, pasó a 8,8", dice Jorge Lotero, director del Parque de los Nevados, basado en cifras del Instituto.En un reciente recorrido a finales de mayo y en plena temporada invernal, EL TIEMPO pudo comprobar que la mayoría de los 8 kilómetros cuadrados de glaciar que le quedan están en su cumbre, una meseta situada a 5.320 metros de altura sobre el nivel del mar, tan plana como una pista de patinaje y del tamaño de dos campos de fútbol. En el Ruiz, al contrario de lo que sucede en el resto del país, se celebra cualquier nevada o amenaza de tormenta. "Estar aquí es un privilegio para cualquier colombiano, pero no lo será por mucho tiempo", dice Milton César Ocampo, guía que trabaja en el parque.Agua para millones de personas Que la nieve pueda desaparecer no se limita a ser un problema exclusivamente paisajístico. De los glaciares del Ruiz se surten los ríos Chinchiná, Gualí, Recio y Lagunillas, tres caudales clave para todo el Eje Cafetero y el Tolima, y que van a parar al Magdalena. Es decir, desde esta reserva nacen las aguas indispensables para la producción de más del 50 por ciento del café colombiano, del arroz, el sorgo y el algodón. Y de paso contribuye a surtir de agua a 37 municipios y a más de dos millones de personas.Una realidad similar se vive en otros dos nevados colombianos muy simbólicos y únicos en el mundo por estar ubicados sobre la línea del Ecuador: el Tolima y el Santa Isabel.Si el Ruiz es uno de los que más nieve ha perdido en 30 años, el Santa Isabel es el que más rápido se derrite. Su glaciar, que se extendía por 27 kilómetros cuadrados en 1850, se ha reducido en un 90 por ciento. Esa extensión disminuyó hasta los 5 kilómetros cuadrados en la década de los 90. Hoy tiene apenas 2,59 kilómetros cuadrados.Al recorrerlo, su capa de nieve se nota más agrietada que en ningún otro momento de su historia, evidencia del deshielo. El Ideam lo monitorea de día y de noche y, según Jorge Ceballos, glaciólogo de la entidad, se han podido comprobar retrocesos de hasta 400 metros en su glaciar principal, lo que representa un promedio de pérdida de 16 a 19 metros por año."Allí podemos enterrar una estaca de tres metros dentro del hielo y en 22 meses quedara totalmente al descubierto", explicó Ceballos. Según Ceballos, el Santa Isabel podría ser el próximo nevado colombiano en desaparecer de la geografía, como ya ocurrió con ocho de ellos en la segunda mitad del siglo XX. El siguiente sería el Tolima, que es el que menos nieve tiene. De los 8 kilómetros cuadrados de área nevada original, se contaron 3 kilómetros cuadrados en 1990. Y hoy sólo le quedan 0,8 kilómetros cuadrados, acumulados en su pequeña cima situada a 5.250 metros sobre el nivel del mar.Este es un lugar muy pendiente y en forma de cono, condición que tampoco favorece el mantenimiento del glaciar que se escurre con facilidad hacia los 4.850 metros.En los últimos años ha perdido el 60 por ciento del hielo, lo que afecta el futuro de las cuencas de los ríos Totare, Combeima y Coello, la red hídrica más importante del Tolima, que permite las actividades agroindustriales y domésticas de Ibagué, Cajamarca, San Luis, Rovira, Espinal, Coello y de un sector de Flandes."Confiamos que ese pequeño glaciar que está concentrado en su cima se conserve; tiene algo a su favor y es que está casi a la misma altura de la cumbre del Ruiz, donde esperamos que el calentamiento se demore en llegar", agregó Ceballos.
El Cocuy está perdiendo su condición de sierra nevada
Jorge Ceballos, glaciólogo del Ideam, dice que una sierra nevada se caracteriza precisamente por ser una cadena montañosa unida por la nieve. "Si vamos a hilar delgado, el Cocuy ya perdió esa condición", asegura. Lo demuestra el hecho de que las montañas nevadas más grandes, es decir los Ritacubas y otras bautizadas como Picacho, El Castillo, San Pablín Norte y Laguna Grande, están separadas por porciones de tierra y rocas.Las mediciones que se han ejecutado en este ecosistema, el área glacial más extensa de Colombia, han demostrado que pierde área helada a una velocidad de entre 17 y 25 metros por año. El Cocuy tenía 148 kilómetros cuadrados en 1850 y pasó a 35 kilómetros cuadrados en 1990. Hoy, solo tiene 17 kilómetros cuadrados de nieve.De los glaciares de la sierra dependen, en gran parte, los caudales de los ríos Lagunillas y Cóncavo, que luego forman el Chicamocha. Y los ríos Casanare y Arauca, que dependen en un 7 por ciento de las aguas que bajan del Cocuy.
Los nevados que murieron
1. Volcán-nevado Puracé (Cauca y Huila). Desapareció como nevado en 1940.
2. Volcán-nevado Galeras (Nariño). Desapareció como nevado en 1948.
3. Volcán Sotará (Cauca y Huila). Desapareció como nevado en 1948.4. Volcán Chiles (Nariño). Desapareció como nevado en 1950.
5. Volcán Pan de Azúcar (Cauca y Huila). Desapareció como nevado en 1960.6. Volcán del Quindío (Risaralda-Tolima y Quindío). Desapareció como nevado en 1960.
7. Volcán del Cisne (Caldas y Tolima). Desapareció como nevado en 1960.
8. Volcán Cumbal (Nariño). Desapareció como nevado en 1985.
JAVIER SILVA HERRERA